A partir del pasado julio de 2024, entró en vigor en España el Real Decreto 355/2024, que introduce importantes modificaciones en la normativa de ascensores. Este cambio legislativo tiene como objetivo modernizar y garantizar la seguridad de los ascensores en edificios residenciales, obligando tanto a propietarios como a empresas mantenedoras a adaptar sus equipos a nuevas exigencias técnicas. A continuación, detallamos los principales cambios, los costes estimados para las comunidades de vecinos y el impacto financiero que puede tener para los residentes.
Principales cambios introducidos por el Real Decreto 355/2024
Medidas de seguridad obligatorias: Todos los ascensores, independientemente de su antigüedad, deben incluir una serie de mejoras técnicas. Las más destacadas son:
- Barreras infrarrojas para prevenir atrapamientos accidentales.
- Sistemas de nivelación automática para evitar desniveles entre el suelo y la cabina.
- Dispositivos de control de sobrecarga para garantizar que no se exceda el peso permitido.
- Comunicación bidireccional en cabina, asegurando contacto con servicios de emergencia en caso de averías.
- Sustitución de guías y contrapesos en los ascensores más antiguos.
2. Inspecciones más rigurosas: Las inspecciones periódicas se realizan ahora de forma más estricta. Los ascensores en edificios residenciales deben ser revisados cada 4 años, o cada 2 años si el edificio tiene más de 20 viviendas o más de 4 plantas. Si un ascensor no pasa la inspección, las comunidades tienen un plazo de entre 6 meses y 1 año para corregir las deficiencias. En casos de fallos graves, el ascensor podría quedar fuera de servicio hasta su reparación.
3. Responsabilidad legal: Los propietarios del ascensor, junto con las empresas mantenedoras, son responsables de garantizar que todas las actualizaciones y mantenimientos se realicen en tiempo y forma. El incumplimiento puede acarrear sanciones, y en casos graves, responsabilidades civiles o penales
Costes para las comunidades de vecinos
El cumplimiento de esta normativa supondrá un desembolso significativo para muchas comunidades de vecinos, especialmente en edificios con ascensores antiguos. El coste total dependerá del estado del ascensor y del tipo de mejoras necesarias. En una comunidad de vecinos típica en Madrid, los costes estimados para adaptar un ascensor pueden oscilar entre 10.000 y 40.000 euros por ascensor, dependiendo de su antigüedad y del alcance de las actualizaciones requeridas
- Coste por vivienda: En un edificio con 20 viviendas y dos ascensores, en Madrid, Colmenar Viejo el coste por propietario podría estar entre 500 y 2.000 euros, dependiendo del número de ascensores y la magnitud de las mejoras. En caso de derramas elevadas, muchas comunidades pueden optar por fraccionar el pago o solicitar financiación.
Ayudas y subvenciones
Para aliviar la carga financiera de los propietarios, algunos ayuntamientos y comunidades autónomas están ofreciendo subvenciones para mejorar la accesibilidad y modernizar los ascensores. Estas ayudas están principalmente dirigidas a edificios con residentes de movilidad reducida o personas mayores. Es recomendable que las comunidades de vecinos se informen sobre las ayudas disponibles en sus respectivas localidades.
Principales marcas de ascensores en España
Entre las marcas más conocidas en España que lideran el mercado de instalación y mantenimiento de ascensores se encuentran:
OTIS: Líder mundial en soluciones de elevación, conocida por su fiabilidad y tecnología avanzada.
Schindler: Con sede en Suiza, Schindler ofrece sistemas energéticamente eficientes y es una de las marcas más instaladas en edificios residenciales y comerciales en España.
ThyssenKrupp: Esta empresa alemana es reconocida por sus innovaciones tecnológicas en ascensores sin sala de máquinas y eficiencia energética.
Orona: Marca española con un fuerte enfoque en la sostenibilidad y eficiencia energética.
Impacto económico para los residentes
El cumplimiento de la nueva normativa supondrá un desafío financiero para muchas comunidades de vecinos, especialmente en edificios antiguos con ascensores que requieren una renovación profunda. Aunque las derramas pueden ser elevadas, el fraccionamiento de pagos y las posibles ayudas públicas pueden aliviar la carga para los residentes. No obstante, los vecinos deben estar preparados para asumir un coste considerable para garantizar que el ascensor cumpla con los nuevos estándares de seguridad.
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